En el entorno americano, la NSF transfirió en el año 1993 el suministro de redes de investigación al sector comercial. La degradación del servicio fue evidente y la red, convertida en un vehículo comercial para mercancías, fue incapaz de cumplir las necesidades avanzadas de la comunidad investigadora. La reacción americana no se ha hecho esperar y las universidades e institutos de investigación con el apoyo de la Administración Federal lanzaron la acción Internet2 como un elemento central de la iniciativa "Next Generation Internet" anunciada por el presidente Clinton. Esta acción pretende incrementar la velocidad de conexiones entre universidades e investigadores por un factor de 100, llegando a un factor de 1000 para ciertos centros seleccionados. Para ello, se ha anunciado un presupuesto de 12,3 MUS$ para conectar 35 centros a la NSF en su modalidad vBNS (very high Bandwidth Network Service).
La NSF por su parte ha anunciado ofertas para el suministro de high performance international Internet Services (HPIIS) con un presupuesto anual de 4,5 MUS$. Esto exige una conexión mínima a 155 Mbit/sec lo que va a limitar el acceso a varias redes Nacionales y además la NSF sólo concederá acceso a la vBNS a aquellos centros con necesidad de acceder a los supercomputadores de US.
Nuevas necesidades irán apareciendo con el desarrollo de nuevas aplicaciones. Alguna de ellas encontrarán tarde o temprano y a ciencia cierta su explotación comercial, como ya la tiene de hecho la World Wide Web y la misma Internet, pero esto sólo ocurrirá con el transcurso del tiempo, lo que sugiere la necesidad de un mantenimiento sostenido de la investigación. Esto es un hecho asumido ya en otros lugares, por ejemplo en USA, donde un objetivo primordial en Internet2 es experimentar con los nuevos protocolos y servicios.
Para mantener en Europa las redes de investigación a un nivel avanzado, se deben incorporar nuevas tecnologías que permitan mantener ese nivel. Desde la perspectiva europea, se puede o bien esperar al desarrollo de la tecnología en USA y posteriormente comprarla (manteniendo así USA permanentemente una ventaja de dos años en este campo) ó mantener una actividad de investigación que logre cubrir la necesidad de las redes de investigación en Europa. La última opción generaría además, de forma añadida, una serie de relaciones entre los investigadores europeos y los operadores y suministradores de servicios de telecomunicaciones.
Las redes nacionales de investigación continúan su expansión para cubrir las necesidades de los usuarios. Alemania, por ejemplo, tiene planes de modernizar su red de 155 Megabit/segundo a 622. Los enlaces europeos entre estas redes nacionales están aún lejos de estas velocidades. Como resultado de ello, se producen importantes cuellos de botella al cruzar las fronteras, dificultando considerablemente la colaboración europea. Sin una acción a nivel comunitario, los Estados Miembros realizarán acciones bilaterales de acuerdo a sus prioridades nacionales, creando unas "islas de privilegio" que dejarían en desventaja a potenciales participantes en otros Estados Miembros.
La expansión de la red telemática de Europa queda dificultada por el elevado coste de los servicios internacionales. La caída de precios ya anticipada, resultante de la liberalización, ha sido menor de lo esperado. Es más, las tendencias no reflejan una rápida caída de precios para los circuitos de alta capacidad que solicitarán las futuras generaciones de redes de investigación.
Un objetivo estratégico debería ser asegurar el desarrollo y estabilidad futuros a largo plazo de los servicios de la red telemática para los investigadores europeos, sin comprometer en exceso los fondos comunitarios.
La interconexión europea de redes de investigación pretende apoyar a los investigadores en todos los programas que deberán seguir una estrategia concienciada para que la acción comunitaria sea viable.
Las redes telemáticas de investigación pueden jugar un importante papel para confirmar el papel internacional de la investigación europea. Pero esto exigirá que los investigadores de la UE estén conectados a otras regiones del mundo. Con el fin de diseminar los resultados de investigación, dar acceso a los medios de información más importantes y apoyar la política de preparación de los países del Este y de Europa Central para su eventual entrada, las redes nacionales de investigación deberán tener conexiones a (por lo menos) Norte América, Asia y la CEEC.
Cualquier acción debe cumplir con las reglas de competitividad establecidas en un mercado en desarrollo. Esto no resulta tan problemático si se ha desarrollado un mercado adecuado de servicios para la investigación comunitaria, en cuyo caso podrán seguirse procedimientos de licitación pública (esto requerirá nuevos instrumentos legales para gastos en los presupuestos para investigación). En una situación de pre-mercado, donde los investigadores solicitan servicios que son técnicamente factibles pero que no son comercialmente asequibles, se necesitará una mayor atención: los suministradores de servicios de apoyo a la investigación comunitaria obtendrán, como resultado, una gran ventaja comercial. Por ello el proceso de selección de proveedores no sólo debe ser abierto y transparente (y frecuentemente reabierto y validado como una nueva tecnología), sino también los mismos proveedores deberán comprometer recursos para lo que esencialmente será el desarrollo del producto.
Si se considera un programa de mejora progresiva en la capacidad de interconexión. Este debe tener en cuenta el desarrollo de la capacidad de las infraestructuras nacionales, el incremento en la demanda de nuevas aplicaciones, y el crecimiento esperado para el tráfico fronterizo. Los incrementos serían:
AÑO | VELOCIDAD |
---|---|
1998 | 155 Megabit/seg |
2000 | 622 Megabit/seg |
2002 | 3-4 Gigabit/seg |
Una red nacional de investigación inadecuada supone una barrera para los investigadores que participan en la investigación europea. Aunque no sea una meta para el VPM el remediar las deficiencias nacionales, deben articularse medidas como:
Sin duda es considerable el esfuerzo necesario para acometer nuevos desarrollos. El colectivo de investigadores contribuirá sin duda a este esfuerzo, puesto que las redes telemáticas de investigación validarán los resultados como ya ocurriera con el WWW y la propia Internet.
Sin embargo, con el fin de permitir la colaboración internacional para el desarrollo de servicios avanzados y protocolos de base, una red/es avanzada/s de experimentación, de apoyo a las tecnologías alternativas y servicios y a las más avanzadas aplicaciones, necesitarán de los fondos comunitarios para garantizar que los experimentos se presentan con acceso abierto.
Esto conlleva tres requisitos:
La Comisión Europea ya participa en el proyecto G7 GIBN, que interconecta redes telemáticas avanzadas de investigación. Además, en USA están teniendo lugar desarrollos significativos que causarán un impacto evidente en las redes telemáticas disponibles para los investigadores. Con el fin de posibilitar a los investigadores europeos para participar en estos desarrollos, se requieren entre Europa y USA enlaces de alta capacidad.
En las estimaciones de coste que se realicen, debe considerarse un efecto no lineal entre éste y el incremento de capacidad. Cabe pensar en una cierta reducción de precios con los efectos antes mencionados de liberalización.
Las redes nacionales de investigación de los Estados Miembros se financian parcial o totalmente con los presupuestos para la investigación y la educación; en el caso de financiación parcial, a los usuarios se les exige que paguen ciertas tarifas por el servicio recibido.
La posible financiación europea se centra hoy en dos objetivos:
Los fondos pretenden dirigirse hacia la mejora de los servicios. Esto conseguiría un doble beneficio: Primeramente establecería un mercado de servicios avanzados donde no exista de hecho ese mercado. Segundo, si los suministradores de servicios comerciales ofrecen niveles aceptables de servicios, el coste quedará reducido para la Comunidad debido a la fuerza del mercado. La financiación complementará y mejorará acciones desarrolladas en el ámbito nacional.
El desarrollo futuro de los servicios es una actividad de I+D que debería financiarse de acuerdo a la práctica habitual, capacitando una masa crítica y un papel de liderazgo europeo en el desarrollo de la próxima generación de tecnologías Internet, servicios y aplicaciones.
El objetivo será posibilitar la investigación y el desarrollo a más largo plazo sobre futuras generaciones de tecnologías de telecomunicaciones, protocolos y servicios, permitiendo experimentos tentativos con aplicaciones avanzadas que necesitan un gran ancho de banda y nuevos servicios (ej., la visualización remota de un alto volumen de datos, metacomputing, realidad virtual inmersa en la red...). También dará a Europa la oportunidad de jugar un papel de líder a la hora de definir y estandarizar los protocolos y los servicios de las próximas generaciones de Internet. Esta acción puede ofrecer posibilidades de interconexiones experimentales de los centros de investigación (tanto académicos como industriales) y pilotos nacionales en Europa a muy alta velocidad (múltiple Gigabit range), lo que puede suponer un peor posicionamiento aún de los Estados con redes nacionales menos avanzadas.
Habrá que distinguir dos grupos bien diferenciados:
Esta acción podía ser financiada bajo la línea 1 de la 2ª Acción del V PM, pero podría igualmente ser apoyada por los programas PHARE, MEDA y TACIS. Deberán estar las organizaciones españolas atentas a las oportunidades que aparezcan de colaboración con estos países con los que el intercambio en materia de investigación es creciente.
Se estima que el coste será compartido con la región conectada. Este hecho no es habitual: USA, normalmente paga el 10% de las conexiones transatlánticas, mientras disfruta del mismo beneficio con estas conexiones. La Comisión Europea en su condición de institución de la Unión deberá de coordinar los esfuerzos de los Estados Miembros con el objeto de llegar a un reparto de costes más equilibrado. Se tratará por tanto de optimizar la topología de la red para obtener el máximo beneficio para los investigadores europeos manteniendo el equilibrio entre los distintos Estados Miembros.
Será necesaria una fase de definición con el fin de establecer los servicios que responderán a las necesidades de las redes nacionales de investigación. Esta fase de definición parece un cometido donde el mayor protagonismo corresponde a las redes Nacionales y así se está planteando en la actualidad.
Por otra parte, para poder llevar a cabo las acciones propuestas, se pueden considerar dos estrategias:
En cualquier acción, sería necesario mantener una estrecha coordinación entre las fuentes de financiación nacionales y entre las redes nacionales de investigación.
DANTE, Grupo de Trabajo del TPC sobre redes de I+D, V Programa Marco de I+D (Propuesta de la Comisión), ICFA-NTF Working Group