El presente artículo, extracto del Proyecto Fin de Carrera del autor pretende ser, en el décimo aniversario de RedIRIS, un pequeño homenaje a la decisiva aportación de la comunidad académica e investigadora al surgimiento e implantación del fenómeno Internet, no siempre debidamente reconocida.
Introducción
La comunidad académica e investigadora ha actuado siempre como embrión y catalizador de nuevas tecnologías que, tras su transvase al resto de la sociedad, han contribuido decisivamente a la transformación del mundo. Un ejemplo paradigmático lo encontramos en el campo de las telecomunicaciones con el papel desempeñado por las redes académicas y de investigación en el desarrollo e implantación de la Internet y su tecnología y servicios asociados.Durante la década de los 70, en el marco de la red ARPANET, se fueron sentando las bases de una tecnología abierta para la interconexión de equipos informáticos que alcanzaría su madurez en los años 80 con la creación de las piezas fundamentales de la familia de protocolos de comunicaciones TCP/IP (IP, TCP, UDP, ICMP, DNS, etc.) y el nacimiento de la Internet como red global de interconexión de redes basadas en la tecnología TCP/IP. Con el tiempo, los protocolos TCP/IP se han impuesto como el estándar "de facto" para la interconexión de sistemas y la Internet se ha convertido en la mayor red de ordenadores del mundo, rebasando los límites del mero fenómeno tecnológico, para convertirse en una auténtica revolución de alcance mundial, con influencia creciente en todos ámbitos de la sociedad moderna: educación, cultura, economía, ocio, hogar, etc.
El papel de la comunidad científica e investigadora en los orígenes y desarrollo de la tecnología TCP/IP y de Internet ha sido, es y continuará siendo fundamental. Aunque en sus comienzos se encontraba prácticamente circunscrita a Estados Unidos, pronto la nueva tecnología-filosofía de comunicaciones se fue introduciendo en Europa por medio, sobre todo, de las universidades y centros de investigación. Esta introducción paulatina fue pareja a la evolución de sus sistemas informáticos: de una arquitectura basada en grandes equipos centrales a los que se accedía mediante terminales, imperante a principios de los años 80, se pasó a la implantación masiva de equipos dispersos conectados por medio de redes locales a principios de los años 90.
Las redes académicas y de investigación europeas (surgidas en su mayor parte a mediados de los años 80), que en sus orígenes ofrecían casi exclusivamente servicios de comunicaciones basados en los protocolos OSI (X.25, X.400, X.500, etc.), tuvieron que adaptarse a las nuevas demandas de sus organizaciones usuarias y empezaron a ofrecer servicios de interconexión de redes locales TCP/IP con acceso a Internet.
En España, en el año 1988, el Plan Nacional de Investigación y Desarrollo puso en marcha la red académica y de investigación nacional, como un programa horizontal especial, el Programa IRIS (que a partir de 1991 pasó a denominarse RedIRIS), para la provisión de servicios telemáticos avanzados con conectividad global a la comunidad investigadora española, en estrecha coordinación con otras redes de investigación europeas. En 1991 RedIRIS, al igual que otras redes académicas de nuestro entorno, introdujo un servicio de interconexión de redes de área local IP con acceso a Internet (también conocido como SIDERAL o Servicio Internet de RedIRIS), para dar respuesta a la fuerte demanda por parte las universidades y centros de investigación españoles.
Orígenes y evolución de la Internet en Europa
Salvo algunas aportaciones esporádicas de instituciones o individuos aislados, 1a participación europea en las fases iniciales de desarrollo de la tecnología Internet fue prácticamente nula. Una excepción notable fue la de los influyentes trabajos del National Physics Laboratory (NPL) británico sobre el concepto de conmutación de paquetes. Fue precisamente en el NPL donde se acuñó el término "paquete" y donde se construyó el primer prototipo de una red de conmutación de paquetes en 1968. Otros pioneros en Europa fueron el University College of London de Inglaterra y el Royal Radar Establishment de Noruega, quienes ya en el año 1973 llevaron a cabo las primeras conexiones internacionales con la recién nacida ARPANET.Sin embargo, a pesar de estas tempranas iniciativas, el verdadero interés por la tecnología desarrollada en los Estados Unidos no comenzó hasta la segunda mitad de la década de los 80. Durante muchos años, los desarrollos llevados a cabo al otro lado del Atlántico se observaron desde Europa como un curioso experimento del Departamento de Defensa de los EE.UU.; interesante, pero sin mucho futuro. Menos aún después de que, a finales de los 70, ISO (International Standards Organization) anunciara el comienzo de un proceso destinado a normalizar las comunicaciones de datos entre ordenadores. Este proceso culminó con la publicación en 1984 del Modelo de Referencia para la Interconexión de Sistemas Abiertos (o modelo de referencia OSI), que abría el camino para el desarrollo de toda una serie de protocolos estandarizados, que prometían acabar de una vez por todas con el engorroso problema de la falta de interoperabilidad en red entre equipos informáticos de distintos fabricantes. Los protocolos OSI, al estar bendecidos por el organismo oficial de normalización a nivel internacional, contaban con el apoyo incondicional de los estamentos gubernamentales y de las grandes multinacionales de todo el mundo, mientras que los protocolos TCP/IP se veían como el fruto de un grupo más o menos heterodoxo y bastante caótico de brillantes ingenieros e investigadores americanos.
Parecía claro que OSI era el futuro y que el TCP/IP se quedaría en un mero experimento de ARPANET. Al menos así se pensó en Europa y en gran parte del mundo [1]. Sin embargo, las promesas de los protocolos OSI no llegaron apenas a materializarse. Desde un punto de vista práctico, tan solo el protocolo de nivel de red X.25 (muy usado por bastantes redes públicas de datos, especialmente en Europa) y, en menor medida, la mensajería electrónica X.400, llegaron a despegar y a adquirir una implantación importante.
Todo un cúmulo de circunstancias hicieron que, mientras el desarrollo de los protocolos TCP/IP avanzaba a pasos agigantados y su uso se extendía como un reguero de pólvora entre la comunidad académica e investigadora americana, el desarrollo de los protocolos OSI se demoraba eternamente, perdido en oscuros vericuetos de burocracia oficial y excesiva complejidad conceptual.
Así, a pesar de las importantes cantidades de fondos públicos que los distintos países y la propia Comunidad Europea (por ejemplo, a través del Proyecto COSINE[2]) invirtieron en la promoción y desarrollo de productos OSI, consideraciones de tipo práctico hicieron que la tecnología TCP/IP fuera ganando adeptos entre los usuarios europeos. Primeramente en el entorno de las redes de área local, sobre todo en ámbitos universitarios y de investigación, donde las redes de área local se generalizaban en un rápido proceso de descentralización informática, y donde también existía un parque creciente de máquinas UNIX instaladas. De la implantación de los protocolos y aplicaciones TCP/IP en entornos locales al surgimiento de la necesidad de interconectar estas islas a nivel nacional e internacional, sólo había un paso.
A finales de los años 80 había ya un gran número de redes TCP/IP funcionando en Europa de forma aislada. Algunas de ellas empezaron a disfrutar de las primeras conexiones transatlánticas con la Internet, normalmente gracias a líneas dedicadas cofinanciadas por agencias norteamericanas, como la ]National Science Foundation, la NASA o el Departamento de Energía (DoE), muy interesadas en la colaboración con determinados centros de investigación europeos. Así, en 1988 y 1989 se fueron conectando a Internet prestigiosas instituciones europeas de los países nórdicos (a través de NORDUnet [3] /KTH[4]), Francia (INRIA[5]), Italia (CNUCE[6]), Alemania (Universidades de Dortmund y Karlsruhe), Holanda (CWI[7], NIKHEF[8]) y Reino Unido (UCL[9]). Algunas organizaciones supranacionales también establecieron enlaces dedicados con la Internet en estos años, como el Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN[10]), la Agencia Espacial Europea (ESA[11]) y el Grupo Europeo de Usuarios de Unix (EUUG[12]). Este último había constituido años antes la red EUnet[13], que, basada en el uso de los protocolos UUCP sobre líneas telefónicas y X.25, intercambiaba mensajería electrónica y grupos de noticias internamente y con la Internet a través de las pasarelas de la red americana USENET. En 1982 EUnet ya disponía de conexiones UUCP entre Holanda, Dinamarca, Suecia y Reino Unido que, posteriormente, se fueron extendiendo a otros países; en 1988 EUnet se embarcó en un plan de sustitución de UUCP por TCP/IP en sus enlaces internodales.
Otros grupos pioneros en la construcción de redes paneuropeas en la década de los 80, fueron EARN (European Academic and Research Network) y HEPNET (High Energy Physics NETwork). EARN fue establecida en 1983, con financiación y tecnología propietaria de IBM (protocolos RSCS/NJE), como una extensión de la red americana BITNET; junto con ésta, llegó a conectar, antes del comienzo de su declive a principios de los 90, más de tres mil ordenadores (muchos de ellos mainframes de IBM ubicados en centros de cálculo de universidades e instituciones de investigación) en varias decenas de países. La red HEPNET (o HEPNET/SPAN[14]), que usaba protocolos DECnet, se extendió en los años 80 desde los EE.UU. a varios países europeos que contaban con grupos de investigación en física de altas energías o del espacio; de los cerca de 20.000 nodos con que contaba en 1990, unos 10.000 estaban en Europa.
Con el fin de coordinar las distintas iniciativas que en materia de redes iban apareciendo a nivel nacional, racionalizando tanto las inversiones económicas como las posibles soluciones técnicas, en la mayoría de países de Europa occidental comenzaron a crearse redes académicas y de investigación. Fueron así surgiendo, entre otras: JANET (Reino Unido), DFN (Alemania) y SUNET (Suecia) en 1984, SURFnet (Holanda) y ACOnet (Austria) en 1986, SWITCH (Suiza) en 1987 y RedIRIS (España) y GARR (Italia) en 1988. A diferencia de otras iniciativas contemporáneas tipo HEPNET, estas redes nacían con vocación interdisciplinar: su objetivo era servir por igual a toda la comunidad académica e investigadora, con independencia de su área de actividad, utilizando para ello una misma infraestructura centralizada, con lo que se conseguía aunar esfuerzos y beneficiarse de las consiguientes sinergias y economías de escala.
Siguiendo las directrices oficiales, en sus orígenes, las redes académicas y de investigación nacionales ofrecían casi exclusivamente servicios de comunicaciones basados en los protocolos OSI (X.25, XXX, X.400, X.500, etc.). Sin embargo, alrededor de 1990, fruto de la creciente demanda por parte de las organizaciones usuarias, tuvieron que reorientar su política y empezar a ofrecer servicios IP y acceso a Internet. Las primeras redes académicas en adaptarse a la nueva situación fueron las de los países nórdicos, asociadas para formar la red NORDUnet, a principios de 1989. Pronto siguieron el mismo camino todas las demás: SURFnet (a finales de 1989), SWITCH, DFN, GARR y ACOnet (en 1990), JANET y RedIRIS (en 1991), etc.
Así pues, en los albores de los 90, el incipiente escenario europeo era bastante confuso, casi caótico, con una mezcla de redes inconexas que usaban distintos protocolos (OSI, TCP/IP, UUCP, DECnet y RSCS/NJE) y que se las apañaban como podían a la hora de conectarse entre sí a nivel nacional, europeo o mundial[15]. Fue necesario establecer unos mecanismos mínimos de cooperación y proceder a instalar, de una forma bastante voluntarista, los primeros enlaces intraeuropeos[16] y todo tipo de complicadas pasarelas entre los diversos protocolos. Con el fulgurante éxito de las redes TCP/IP en Europa, el panorama se fue aclarando pronto; la mayoría de las redes OSI, UUCP, DECnet y BITNET acabaron reconvirtiéndose a la tecnología TCP/IP e integrándose en Internet, preservando en algunos casos sus servicios más interesantes, adaptados para su transporte sobre TCP/IP.
El rápido crecimiento del número de redes IP europeas con conexiones regionales, nacionales e internacionales más o menos ad hoc, hizo patente la necesidad de establecer mecanismos de coordinación mejores y más estables a nivel europeo e intercontinental.
A nivel intercontinental, importantes esfuerzos de coordinación y optimización de recursos fueron llevados a cabo en el seno del CCIRN (Coordinating Committee for Intercontinental Research Networks), comité creado a finales de los años 80 e integrado por representantes de organizaciones interesadas en la promoción de servicios de red abiertos para soporte de la comunidad académica e investigadora en general. Inicialmente estaba compuesto únicamente por organizaciones norteamericanas (fundamentalmente las agencias relacionadas con temas de redes coordinadas por el Federal Networking Council o FNC: NSF, NASA, ARPA, DoE y DoD) y europeas (entre ellas RARE, EARN, EUnet, HEPNET, el CERN y la ESA). La meritoria labor de este comité ha continuado hasta nuestros días, habiéndose ampliado los miembros del mismo para incluir también a organizaciones con intereses similares de otros continentes.
A nivel europeo, ya desde 1986, existía la asociación de redes académicas y de investigación, RARE[17] Réseaux Associés pour la Recherche Européenne), que acometió la difícil tarea de coordinación entre las muchas entidades relacionadas con la provisión de servicios de red para la comunidad investigadora existentes en Europa. Su misión inicial se centró en la coordinación del Proyecto COSINE que, financiado por la Comunidad Europea, tenía como principal objetivo la especificación y creación de una infraestructura telemática (red y aplicaciones), basada en las normas OSI, para su utilización por todos los investigadores europeos. En los diferentes grupos en los que se estructuró RARE, se trabajaba en temas tales como el establecimiento de una red privada X.25 entre sus miembros (denominada IXI[18]) o la implantación y coordinación de los servicios OSI de mensajería X.400, directorio X.500 y transferencia de ficheros FTAM. Con la aparición en la escena europea de las redes IP, donde también jugaban un papel importante organizaciones al margen de las redes académicas nacionales, se consideró necesario crear un foro de coordinación separado.
Tras una serie de contactos informales iniciales, en noviembre de 1989 nació RIPE (Résseaux IP Européens), como marco para la coordinación de los diferentes aspectos técnicos y administrativos necesarios para garantizar la correcta operación y expansión de la red IP paneuropea[19]. RIPE se organizó en torno a una serie de grupos de trabajo, que cooperaban de forma electrónica utilizando la propia red, además de reunirse presencialmente tres veces al año. Las primeras entidades en apoyar e incorporarse a los trabajos de RIPE fueron las redes académicas nacionales (en pleno proceso de cambio de rumbo para ofrecer también servicios IP), EUnet, EARN, HEPNET, el CERN y EASINET[20]
Entre los primeros objetivos de RIPE figuraban:
- Promover el intercambio de información técnica y experiencias sobre redes IP.
- Promover y coordinar la interconexión de redes IP dentro de Europa y desde ésta a otros continentes.
- Establecer y documentar prácticas comunes de operación y gestión entre las redes conectadas, proporcionando herramientas que facilitaran estas tareas.
- Inventariar la conectividad IP existente en Europa (redes, líneas, routers, enlaces transatlánticos, etc.).
- Crear y mantener una base de datos de las redes IP europeas (direcciones, personas de contacto, etc.), consultable vía Internet.
- Divulgar su existencia y animar a la participación de todas las posibles organizaciones interesadas.
Uno de los problemas iniciales más acuciantes era la ausencia de una infraestructura troncal europea para tráfico TCP/IP, al estilo de la NSFNET en los Estados Unidos, que permitiera aunar esfuerzos y optimizar costes. Las primeras conexiones IP intraeuropeas se establecieron gracias a acuerdos bilaterales entre centros que tenían un gran interés mutuo en intercambiar tráfico IP (normalmente organizaciones que trabajaban en el mismo campo de actividad), empleando para ello el medio de transmisión que estuviera más al alcance (línea dedicada, servicio público X.25 o satélite). Dados los elevados precios de las comunicaciones internacionales en Europa, en muchos casos, estos primeros enlaces contaban con esponsorización por parte de algún organismo oficial o empresa privada. El siguiente paso fue el de la compartición de líneas y equipamiento propios, permitiendo su uso por terceras organizaciones, lo que se hizo en muchas ocasiones de forma completamente altruista. Sin embargo, la conectividad IP europea no podía progresar y expandirse al ritmo demandado a base, únicamente, del espíritu cooperativo y la buena voluntad de las partes implicadas: era necesario construir una o varias redes troncales paneuropeas.
Paradójicamente, uno de los primeros backbones IP en ser utilizados en Europa tuvo sus orígenes en una de las realizaciones del Proyecto COSINE que, como se ha dicho, había sido concebido con la idea de promocionar el desarrollo y uso de los protocolos OSI. Se trataba de la red piloto X.25 IXI, que entró en servicio en abril de 1990 e interconectaba las redes académicas o similares de Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Francia, Gran Bretaña, Grecia, Holanda, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Portugal, Suecia (NORDUnet), Suiza y ex-Yugoslavia. La red IXI original, cuya topología se muestra en http://www.rediris.es/rediris/boletin/45/enfoque2.ixi.gif, funcionaba a velocidades de 64 Kbps tanto en las líneas troncales (excepto dos a 2 Mbps) como en las de acceso y ofrecía únicamente accesos X.25.
Aunque el propósito inicial de esta red era soportar únicamente las aplicaciones OSI (X.400, X.500, etc.), en seguida las redes nacionales empezaron a utilizarla para transportar el tráfico de las redes IP a las que empezaban a dar servicio, empleando para ello la técnica de encapsulación de IP sobre X.25 descrita en el RFC 877[22] y las recomendaciones del documento número 36 de RIPE. Para muchos, incluida España, la red IXI fue la primera vía de conexión a la red IP europea y al resto de la Internet.
Cuando, en 1991, concluyó la fase piloto de IXI para dar paso a la fase servicio plenamente operativo, el tráfico IP ya se había convertido en mayoritario, y fue necesario empezar diseñar una nueva red troncal en la que el tráfico IP entre las redes de I+D se cursara de forma más óptima (la encapsulación de IP sobre X.25 es bastante ineficiente) y que dispusiera de mayores anchos de banda. Así, en 1992, IXI dio paso a una red troncal multiprotocolo (soportaba X.25, IP e ISO CLNP en modo nativo), denominada EMPB (European Multi-Protocol Backbone), permitiendo velocidades de acceso de hasta 2 Mbps. A la red paneuropea EMPB se le añadieron conexiones transatlánticas para tráfico IP, dando lugar a un servicio troncal de acceso a la Internet global, conocido con el nombre de EuropaNET, que, con diversas transformaciones[23] y mejoras, se ha mantenido en funcionamiento desde 1993 hasta 1997. La topología de la red EuropaNET se presenta en http://www.rediris.es/rediris/boletin/45/enfoque2.europanet.gif en dos momentos de su evolución.
Antes de la aparición de la red EMPB ofreciendo servicios IP, surgió la necesidad de crear una red internacional apoyada sobre algunos enlaces ya existentes y sobre otros nuevos, que pudiera suministrar tales servicios (incluyendo la conexión con los Estados Unidos y el resto de la Internet global), no sólo a las redes nacionales de I+D, sino también a otras organizaciones interesadas. Hay que tener en cuenta que la red IXI estaba restringida a usuarios académicos y de investigación, mientras que, a principios de los 90, empezaban a aparecer en Europa redes IP con usuarios en otros ámbitos. Así, por ejemplo, la red EUnet, desde unos orígenes en entornos académicos, se reorientó hacia usos comerciales. Existía una necesidad de establecer un backbone IP abierto, sin restricciones de uso, para satisfacer la demanda tanto de las redes académicas (muchas no podían esperar hasta que EuropaNET se materializara), como de las nuevas redes comerciales que se habrían paso en el horizonte europeo.
Es por ello que en 1992 se creó la red Ebone con la topología de cinco nodos o EBSs[24]que se muestra en http://www.rediris.es/rediris/boletin/45/enfoque2.ebone92.gif . Ebone ha perdurado hasta nuestros días tras pasar por distintas fases evolutivas siguiendo una estrategia incremental (Ebone 92, Ebone 93, Ebone Inc.), ganando en cada una de ellas estabilidad organizativa (empezó como un esfuerzo cooperativo en el que cada participante ponía los recursos que podía), capacidad y prestaciones. En la actualidad está compuesta por trece EBSs, interconectados por medio de múltiples líneas de 2, 34 y 45 Mbps (ver topología en http://www.rediris.es/rediris/boletin/45/enfoque2.ebone98.gif ), y da servicio a 95 proveedores de 25 países. La red troncal Ebone constituye, sin duda, una pieza clave en el pasado, presente y futuro de la Internet Europea.
Durante los últimos años, al igual que ha ocurrido en el resto del mundo, la Internet en Europa ha alcanzado unas cotas de crecimiento y popularidad inimaginables a principios de esta década. La contribución europea al éxito de la tecnología TCP/IP a nivel mundial ha sido notable, siendo, sin duda, su aportación más trascendental la concepción y desarrollo de la aplicación que habría de permitir la penetración definitiva de la Internet hasta los rincones más insospechados del planeta: el World Wide Web(WWW), cuyo primer prototipo se creó en el CERN en 1990.
Fruto de esta popularidad, son innumerables los proveedores de servicios IP comerciales que han ido surgiendo desde 1992, creando nuevas redes troncales a nivel regional, nacional, continental y mundial, entre las que cabe destacar las de PIPEX (UUNET), BT, Unisource y Global One. La coordinación entre los distintos actores se sigue llevando a cabo en el seno de RIPE, con el soporte del RIPE NCC, pero de la veintena de participantes iniciales en RIPE, se ha pasado en la actualidad a más de 1100[25].
Para facilitar el intercambio de tráfico entre todas estas redes, en 1994 y 1995 empezaron a aparecer diversos puntos de interconexión (al estilo de los NAPs) por toda la geografía europea, entre los que sobresalen por su importancia el LINX (London Internet Neutral eXchange), el dGIX (Distributed Global Internet eXchange en Estocolmo) y el AMS-IX (AMSterdam Internet eXchange).
Pese a la creciente comercialización de la Internet también en Europa, las redes académicas y de investigación continúan siendo un punto de referencia obligada. Su concurso fue decisivo para la creación de piezas clave de la Internet europea, como RIPE, el RIPE NCC o Ebone. Siempre necesitadas de mayores anchos de banda que los disponibles comercialmente a precios razonables, las redes de I+D han sido una avanzadilla en el contexto europeo. Con el apoyo de la Comisión Europea y de DANTE[26] consiguieron crear infraestructuras como EuropaNET o PHARE (en los países del este europeo), en vanguardia de las posibilidades tecnológicas del momento, que hubieran sido impensables sin su participación.
En la actualidad varias redes académicas europeas operan ya internamente a velocidades de entre 34 y 155 Mbps, algunas con planes de ampliación a corto plazo a 622 Mbps, lo que supone un aumento de capacidad de cuatro órdenes de magnitud en menos de diez años. Evidentemente, las necesidades de conexión entre ellas han crecido de manera proporcional. Estas necesidades fueron analizadas en 1995, en el contexto de EuroCAIRN (European Cooperation for Academic and Industrial Research Networking), en un informe elaborado por DANTE, donde también se recogía un plan para el establecimiento de una nueva infraestructura de red paneuropea, de altas velocidades y mayores prestaciones, capaz de satisfacer las nuevas demandas de la comunidad investigadora en los años subsiguientes. Este informe sirvió de borrador para la puesta en marcha, en mayo de 1997, de la red TEN-34 que, cofinanciada por la Comisión Europea bajo los Programas Telematics for Research y Esprit, interconecta las distintas redes académicas europeas a velocidades de entre 22 y 45 Mbps. En http://www.rediris.es/rediris/boletin/45/enfoque2.ten-34.gif se presenta la topología, en agosto de 1998, de la red TEN-34. Durante el último trimestre de este año está prevista la puesta en marcha de la red sucesora de TEN-34: TEN-155, con velocidades de acceso de hasta 155 Mbps y cuya topología inicial prevista aparece recogida en http://www.rediris.es/rediris/boletin/45/enfoque2.ten-155.gif . Para los próximos años, las redes de investigación se plantean ya nuevos retos de ampliación a capacidades de 622 Mbps e incluso Gigabit a nivel continental, que les permitan afrontar el reto de seguir liderando el desarrollo e implantación de las tecnologías y servicios de red del mañana.
A pesar de empezar con casi veinte años de retraso respecto a los Estados Unidos, en sus apenas diez años de historia, la parte europea de Internet ha recuperado terreno a pasos agigantados. Con crecimientos récord superiores al 10% trimestral en el número de ordenadores conectados (ver http://www.ripe.net/statistics/hostcount.html#quarterly ), Europa supone en la actualidad, aproximadamente, el 25% de la Internet global. En algunos indicadores, como por ejemplo el grado de penetración en la sociedad (número de habitantes en relación al número de ordenadores conectados a Internet), varios países europeos superan ya a los Estados Unidos.
Sin embargo, en lo que a infraestructuras, anchos de banda disponibles y desarrollo de servicios se refiere, el retraso estimado con relación a Norteamérica es todavía de unos dos o tres años. Pese a los importantes logros alcanzados durante la última década, el avance de las redes en Europa se ha visto desde siempre frenado por los prohibitivos precios de las comunicaciones de larga distancia. Con la desaparición de los monopolios y la liberalización del mercado europeo de telecomunicaciones a lo largo de la segunda mitad de la presente década, se abren nuevas expectativas para el florecimiento de todo tipo de servicios de red.
Orígenes y evolución de la Internet en España
Desde principios de la década de los 80, en España, al igual que en otros países de nuestro entorno, el interés por las redes teleinformáticas fue creciendo, fundamentalmente, en el seno de la comunidad académica y científica. Las grandes necesidades de comunicación de los investigadores (acceso a todo tipo de información y recursos informáticos, intercambio de experiencias y resultados entre equipos nacionales e internacionales, etc.) dieron lugar, a lo largo de los años 80, a distintas iniciativas que trataban de buscar soluciones particulares a la problemática de determinados colectivos,apoyándose para ello en la existencia de redes homólogas de ámbito internacional.Una las primeras iniciativas en este terreno fue la de los investigadores españoles en física de altas energías[27], quienes ya en 1984 crearon la red FAENET, cuyas primeras conexiones comenzaron a funcionar a finales de 1985, interconectando los grupos de las universidades de Cantabria, Zaragoza, Autónoma de Barcelona, Autónoma de Madrid, el IFIC (Instituto de Física Corpuscular de Valencia) y el CIEMAT (Centro de Investigaciones Energéticas Medioambientales y Tecnológicas). Dado que los ordenadores predominantes dentro de esta comunidad científica eran del tipo "VAX" (de Digital Equipment Corporation), la red FAENET utilizaba los protocolos propietarios de este fabricante (DECnet), siendo los servicios más importantes proporcionados el correo electrónico, la transferencia de ficheros, el terminal virtual y la entrada remota de trabajos. Como medio de transmisión se empleó el incipiente servicio de circuitos virtuales conmutados X.25 de Telefónica (Iberpac[28]). Por medio de una conexión entre el CIEMAT y el CERN, la red FAENET estaba integrada dentro de la red internacional HEPNET/SPAN.
Otras iniciativas pioneras a nivel nacional fueron las extensiones españolas de las redes europeas EUnet y EARN.
La red EUnet, enfocada a la cooperación e intercambio de información entre los usuarios del sistema operativo UNIX, entró en España a mediados de los 80 de la mano de los entusiastas miembros de la rama española el Grupo Europeo de Usuarios de Unix (EUUG), liderados por el Departamento de Ingeniería Telemática (DIT) de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Telecomunicación de la Universidad Politécnica de Madrid, donde durante bastantes años estuvo alojado y se gestionó el nodo central de la red en España (bautizado con el nombre de "Goya"). La comunicación entre este nodo y el nodo central de EUnet en Europa (ubicado en Amsterdam) se efectuaba inicialmente por medio de llamadas internacionales a través de la red pública de datos X.25. Mediante el uso de los protocolos UUCP sobre líneas telefónicas y X.25 público (Iberpac), desde este nodo central en el DIT se daba un servicio de mensajería electrónica y grupos de noticias que, a finales de los 80, alcanzaba ya a varias decenas de centros españoles tanto académicos como empresariales. Para estos servicios se disponía de conectividad con la Internet a través de los enlaces entre EUnet Europa y la red americana USENET, y las pasarelas de ésta con la Internet en Estados Unidos, por lo que se puede afirmar que los usuarios de EUnet fueron de los primeros en España en poder intercambiar mensajería electrónica y grupos de noticias con la Internet.
Por su parte la red EARN, de carácter multidisciplinario, promovida y financiada por IBM, comenzó a funcionar en España también a mediados de los 80, cuando se conectaron la Universidad de Barcelona y las universidades Autónoma y Politécnica de Madrid. Basada en los protocolos RSCS/NJE de IBM y el empleo de una técnica de almacenamiento y reenvío sobre líneas dedicadas, en España la red EARN llegó a conectar, en su época de mayor esplendor a principios de los 90, cerca de cuarenta grandes ordenadores en una veintena de centros de cálculo de universidades y organismos de investigación. Su principal atractivo estaba en la sencillez y versatilidad de sus aplicaciones (correo electrónico, servicios automáticos de información, listas de distribución, entrada remota de trabajos, etc.) y en la facilidad de acceso a las universidades americanas de las redes BITNET (Estados Unidos) y NETNORTH (Canadá), con las que EARN se hallaba plenamente integrada.
Con objeto de coordinar la evolución de estas iniciativas dispersas, armonizar las actividades nacionales con las que tenían lugar en otros países de nuestro entorno e impulsar la aparición de nuevos servicios y aplicaciones telemáticos, surge en 1988 el Programa IRIS[29], dentro del marco del Plan Nacional de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico.
Ya desde algunos años antes, la necesidad de disponer de una red informática nacional[30], que sirviera por igual a toda la comunidad académica e investigadora española, era algo ampliamente sentido en los diferentes ambientes de I+D, especialmente en los más avanzados en este terreno (tecnologías de la información, física de altas energías, centros de cálculo y supercomputación, etc.). En estos círculos, la existencia de una red de investigación, en estrecha colaboración con otras redes similares que por esas fechas iban apareciendo en otros países europeos, se consideraba como un instrumento indispensable para el progreso de las diversas disciplinas científicas y tecnológicas. Aunque los primeros estudios e informes se remontan a 1985, hubo que esperar hasta 1987, año en que se elaboraron los programas del primer Plan Nacional de I+D, para que se tomara la decisión definitiva de poner en marcha la red académica y de investigación nacional, como un programa horizontal especial, el Programa IRIS, para la provisión de servicios telemáticos a toda la comunidad investigadora española. La financiación y supervisión de la red corría a cargo de la Comisión Interministerial de Ciencia y Tecnología (CICYT), integrada por todos los ministerios relacionados con el I+D, mientras que la dirección y gestión de la misma fue encomendada a Fundesco[31].
El Programa IRIS empezó a funcionar en enero de 1988 y durante la etapa inicial (1988 a 1990) los esfuerzos se centraron en los siguientes objetivos:
- Coordinar y armonizar las actividades nacionales relacionadas con redes informáticas académicas y científicas, en concordancia con esfuerzos similares desarrollados a nivel internacional.
- Fomentar el conocimiento, estudio y utilización de los servicios de redes informáticas dentro de la comunidad académica y científica española.
- Proporcionar una infraestructura homogénea de comunicaciones, que soportara un conjunto de servicios básicos y avanzados de teleinformática para todos los usuarios potenciales que trabajaban en labores de investigación, con independencia de su campo de actividad o ubicación geográfica.
- Promover la implantación servicios telemáticos lo más abiertos posible, basándose para ello en los estándares internacionales de ISO (protocolos OSI) y en las recomendaciones del CCITT.
- Participar en las organizaciones y proyectos internacionales con objetivos y características afines, con especial énfasis en los europeos.
- Introducir nuevos servicios telemáticos cuyo rendimiento y coste sobre Iberpac era inadecuado.
- Unificar y racionalizar los recursos de red disponibles para toda la comunidad investigadora (con el consiguiente ahorro de costes), al permitir que los distintos grupos, con sus protocolos y aplicaciones particulares, usaran la misma vía física de forma compartida[34]
- Ofrecer unas prestaciones en velocidad y una relación calidad/precio mucho mayores que las disponibles a través de la red pública de datos.
- Incluso la propia administración americana llegó a promulgar su intención de usar los estándares oficiales de OSI en sustitución de los TCP/IP por medio de GOSIP (Government OSI Profile).
- El Proyecto COSINE (Cooperation for OSI Networking in Europe), dentro del Programa Eureka de la Comunidad Europea, estuvo activo entre los años 1987 y 1993.
- NORDUnet es la red académica y de investigación de los países nórdicos, creada en la segunda mitad de la década de los 80, está formada por las redes académicas nacionales de Suecia, Noruega, Finlandia, Dinamarca e Islandia.
- KTH: Kungl Tekniska Högskolan (Real Instituto de Tecnología) en Estocolmo.
- INRIA: Institut National de Recherche en Informatique et en Automatique.
- CNUCE: Centro Nazionale Universitario di Calcolo Elettronico en Pisa.
- CWI: Centrum voor Wiskunde en Informatica en Amsterdam.
- NIKHEF: National Institute for Nuclear Physics and High-Energy Physics en Amsterdam.
- UCL: University College of London.
- CERN: Conseil Europeen pour la Recherche Nucleaire en Ginebra.
- ESA: European Space Agency.
- EUUG: European Unix Users Group.
- EUnet: European Unix users Network, centrada en Amsterdam.
- SPAN: Space Physics Analysis Network.
- Las pocas redes europeas que disponían de algún tipo de conexión externa, se comunicaban entre sí, en su mayor parte, a través de los Estados Unidos.
- Uno de los primeros enlaces intraeuropeos fue una línea
X.25 de 64 Kbps entre Amsterdam (CWI) y Estocolmo (KTH) que, a principios de
1989, compartían para su interconexión EUnet, NORDUnet, HEPnet y
EARN. Este enlace soportaba simultáneamente varios protocolos, entre
ellos IP y DECnet.
- En 1994 la unión de RARE y EARN dio lugar a la formación de TERENA (Trans-European Research and Education Networking Association), con el cometido de, según sus estatutos, "promover y participar en el desarrollo de una infraestructura de información y telecomunicaciones internacional de alta calidad en beneficio de la investigación y la educación".
- IXI: International X.25 Infrastructure.
- Los documentos de RIPE números 1, 2 y 3 describen sus objetivos, los participantes iniciales y la invitación a la participación de otras organizaciones activas en redes IP de área extensa.
- EASINET (European Academic Supercomputer Initiative NETwork) fue una iniciativa patrocinada por IBM para favorecer el desarrollo de proyectos conjuntos y el intercambio de experiencias en el área del supercálculo, mediante la creación de una red entre centros de supercomputación en Europa. Esta red incluía servicios IP y un enlace T1 (1,5 Mbps) entre Europa (CERN) y la NSFNET (Universidad de Cornell) que, durante los importantes años de consolidación de la Internet europea (1990, 1991 y 1992), constituyó la vía principal conexión entre ésta y los EE.UU.
- Los documentos de RIPE números 19 y 35 recogen, respectivamente, la propuesta inicial de creación del RIPE NCC y su primer plan de actividad.
- Este RFC fue posteriormente actualizado por el RFC 1356.
- El cambio más importante se produjo en octubre de 1995 con la sustitución del troncal EMPB, suministrado por el operador holandés PTT Telecom, por una nueva infraestructura de red: IBDNS (International Backbone Data Network Service), suministrado por el operador británico BT.
- EBS: Ebone Backbone System
- Número de Registros Locales o ISPs a los que el RIPE NCC presta servicio en la actualidad.
- DANTE (Delivery of Advanced Network Technology to Europe) es una compañía sin ánimo de lucro con sede en Cambridge, creada por la mayoría de las redes académicas europeas a la finalización del proyecto COSINE, en 1993, con objeto de hacerse cargo de la provisión y gestión de los servicios paneuropeos comunes en sustitución de la extinta CPMU (COSINE Project Management Unit).
- La comunidad de investigación en física de altas energías (también llamada física de partículas), se caracteriza por la colosal producción de datos informáticos provenientes de sus experimentos. Esta información necesita ser tratada, transmitida y analizada automáticamente, por lo que esta comunidad investigadora se ha distinguido desde siempre en la aplicación de los más avanzados elementos informáticos y telemáticos, e incluso en su desarrollo, cuando éstos aún no existen.
- Telefónica creó su servicio Iberpac X.25 en 1982, aunque este servicio era continuación del que ya ofrecía desde 1971 (cuando todavía no se había normalizado X.25), mediante su Red Especial de Transmisión de Datos (RETD), por el que Telefónica fue pionera a nivel mundial en la introducción de una de red pública de datos de conmutación de paquetes.
- El acrónimo "IRIS" deriva de Interconexión de Recursos InformáticoS, nombre del proyecto original que en 1985 encargó la Secretaría de Estado de Universidades e Investigación del Ministerio de Educación y Ciencia a un equipo técnico coordinado por Fundesco y formado por expertos de la universidad, centros de cálculo, OPIS y Telefónica. Este proyecto fue el punto de partida del proceso que desembocaría en la puesta en marcha del Programa IRIS en 1988.
- A nivel regional, la red RICA (Red Informática Científica de Andalucía), creada a principios de 1985 por la Dirección General de Universidades e Investigación de la Consejería de Educación y Ciencia de la Junta de Andalucía, había sido precursora en el establecimiento de este tipo de redes.
- Fundesco desempeñó esta labor entre enero de 1988 y diciembre de 1993. En enero de 1994 se produjo un cambio del organismo gestor que pasó a ser el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que continúa con la gestión y dirección de la red nacional hasta la fecha de hoy.
- En algunos casos se tardó más de un año en conseguir los accesos necesarios a la red Iberpac.
- Por aquel entonces la velocidad máxima de acceso a la red Iberpac era de 9.600 bps.
- Por ejemplo, las redes FAENET y EARN fueron abandonando sus líneas de baja velocidad (entre 1.200 y 9.600 bps), para pasar a hacer uso de ARTIX mediante la encapsulación de sus protocolos (DECnet y NJE, respectivamente) sobre X.25. Por su parte, EUnet España estuvo conectada a ARTIX entre 1990 y 1992 para el intercambio de correo electrónico con RedIRIS y para efectuar sus comunicaciones internacionales a través de IXI, gracias a un acuerdo con RedIRIS.
- Entre los paquetes de mensajería X.400 una gran proporción eran académicos (como el EAN utilizado en RedIRIS). El software comercial disponible era poco atractivo y/o muy caro.
- SIDERAL (Servicio de Interconexión DE Redes de Area Local) comenzó como un servicio multiprotocolo montado a base de encapsular distintos protocolos de red en X.25 sobre la infraestructura de ARTIX. Aparte de redes IP, también interconectaba redes DECnet y CLNP. Sin embargo, con el paso del tiempo, la necesidad de dar soporte a estos últimos protocolos fue decreciendo hasta desaparecer por completo, por lo que SIDERAL acabó soportando únicamente IP.
La mayoría de estos objetivos fueron alcanzados con pleno éxito. Como infraestructura "inmediata"[32] y homogénea de comunicaciones se empleó la red pública X.25 (Iberpac). La coordinación a nivel internacional se consiguió mediante la participación, entre otros foros, en la Asociación RARE y el Proyecto COSINE. La integración de la mayoría de universidades y centros de investigación (más de 200 a finales de 1990) se logró gracias a una inteligente estrategia que empleaba dos vías distintas. La primera de ellas, facilitando los recursos necesarios de comunicaciones y servicios teleinformáticos a aquellas instituciones que hasta ese momento no disponían de los mismos (la gran mayoría), por medio de subvenciones de enlaces de datos, tarjetas de red para X.25, software para comunicaciones abiertas (X.25, XXX, ISODE, X.400, X.500, etc.), proyectos de I+D, etc. La segunda vía, asumiendo, en parte o en su totalidad, la financiación de los costes de comunicaciones de las instituciones ya integradas en redes preexistentes basadas en tecnologías "no abiertas", previo compromiso de éstas de migración hacia estándares OSI bajo el paraguas del Programa IRIS. En cuanto a la coordinación de las actividades nacionales en materia de redes, se firmaron convenios y acuerdos de colaboración con la red andaluza RICA (que perseguía objetivos comunes a nivel andaluz) y las iniciativas FAENET, EARN y EUnet, con el fin de aunar esfuerzos, compartir recursos y buscar soluciones de interoperabilidad (pasarelas de mensajería, etc.).
Siguiendo las directrices oficiales y en línea con el contexto europeo, los servicios promulgados en esta primera etapa de la red académica española eran exclusivamente los basados en los protocolos OSI. Sin duda, uno de los mayores logros de esta fase fue la amplia difusión del servicio de mensajería electrónica X.400, gracias a la adquisición y distribución del paquete de software EAN (desarrollado por la universidad canadiense de British Columbia) y a la activa participación en el proyecto europeo COSINE-MHS. Otro servicio ampliamente extendido durante los primeros años del Programa IRIS fue el de acceso desde terminal remoto mediante las recomendaciones X.3, X.28 y X.29 (XXX) del CCITT.
A partir de 1990 el Programa IRIS entra en una nueva etapa. El cambio de nombre de Programa IRIS a RedIRIS es sintomático del cambio de orientación llevado a cabo: de la fase de promoción y subvención inicial, se pasa a una fase caracterizada por el énfasis en el establecimiento y gestión de un conjunto de servicios operativos basados sobre una infraestructura de transporte dedicada, especialmente diseñada para soportar las grandes necesidades de la comunidad española de I+D.
Los elevados e imprevisibles costes derivados del uso de la red pública Iberpac (dependientes del volumen de datos transmitidos), unidos a la insuficiencia de ésta a la hora de sustentar aplicaciones que requerían transferencia masiva de datos[33], aconsejaron disponer de una red troncal propia de mayor velocidad y de coste fijo mensual. Nació así la red ARTIX (ARTeria Iris X.25), una red privada X.25, de alcance nacional, construida mediante líneas punto a punto de 64 Kbps alquiladas a Telefónica y para cuyo diseño y gestión se contó con la decisiva participación del Departamento de Ingeniería Telemática de la Universidad Politécnica de Madrid.
La red ARTIX, cuyos primeros tres nodos (Madrid, Barcelona y Sevilla) se instalaron en 1990, creció hasta disponer de 10 nodos principales en 1993, con extensiones que abarcaban las 17 comunidades autónomas. Para las conexiones externas, la red ARTIX, contó desde el principio con enlaces a las redes X.25 Iberpac, para el acceso a/desde centros no integrados en ARTIX, e IXI (EMPB a partir de 1992), para el acceso a/desde otras redes de I+D europeas. La topología y velocidades de la red ARTIX en agosto de 1994 se muestran en la siguiente figura.
La creación de la red ARTIX fue un enorme acierto en todos los sentidos, lográndose con creces los distintos objetivos perseguidos, a saber:
Estas circunstancias hicieron que en 1990 RedIRIS, al igual que otras redes académicas de nuestro entorno, diera un giro en su política y tomara la decisión de poner en marcha un servicio de interconexión de redes de área local IP con acceso a Internet (también conocido como SIDERAL[36] o Servicio Internet de RedIRIS), para dar respuesta a la fuerte demanda por parte las universidades y centros de investigación españoles. Desde entonces y hasta nuestros días dicho servicio ha ido creciendo y evolucionando, en paralelo con la evolución tecnológica del resto de Internet, adaptándose en cada momento a las nuevas necesidades, tecnologías de transmisión disponibles, requerimientos de los centros usuarios y condicionates económicos.
Así, fruto de esta decisión, la primera conexión plena desde España a la Internet tuvo lugar a mediados del año 1990, como un servicio experimental de RedIRIS que, a finales de ese año, interconectaba tan sólo cuatro centros: Fundesco, Departamento de Ingeniería Telemática (Universidad Politécnica de Madrid), Centro de Informática Científica de Andalucía y CIEMAT. Esta conexión inicial fue posible gracias al empleo de la línea internacional de 64 Kbps de acceso a IXI (encapsulando IP sobre X.25) y a la cooperación desinteresada de instituciones extrajeras como NIKHEF, JANET y NSF. En Marzo de 1991 comienza la fase operativa de SIDERAL y, desde ese momento, la implantación, desarrollo y espectacular crecimiento de la Internet en España han ido de la mano del enorme éxito de este servicio de RedIRIS.
La tabla I muestra las fechas y hechos más relevantes de la breve pero intensa historia de la Internet en España, íntimamente ligada a la del Servicio Internet de RedIRIS. Por su parte, en http://www.nic.es/estadisticas/n_host.html se muestra el crecimiento del número de equipos conectados a Internet en España, mientras que en http://www.rediris.es/rediris/boletin/45/enfoque2.euro-hostcount.gif se compara este crecimiento con el del resto de países europeos más importantes.
TABLA I: CRONOLOGÍA DE LA INTERNET EN ESPAÑA | |
---|---|
Julio 1990: | Conexión inicial de España a la Internet vía IXI (64 Kbps). Servicio Experimental de RedIRIS. |
Diciembre 1990: | 4 centros conectados experimentalmente: Fundesco RedIRIS), DIT (UPM), CICA y CIEMAT. |
Marzo 1991: | Inicio fase operativa servicio de acceso a la Internet de RedIRIS (SIDERAL). Primeros centros conectados: CIEMAT, CNM, CSIC, Fundesco, RICA, UAB, UAM, UB, UCM, UPC, UPM. |
Octubre 1991: | Más de 1.000 ordenadores conectados (registrados bajo ".es"). |
Enero 1992: | Primer proveedor comercial: Goya Servicios Telemáticos, S.A. |
Abril 1992: | RedIRIS participa en la creación del centro de coordinación europeo (RIPE NCC). |
Mayo 1992: | RedIRIS participa en la creación de Ebone. Conexión inicial a 64 Kbps (posteriormente a 128 Kbps). |
Julio 1992: | Descentralización del NIC de Internet. ES-NIC (RedIRIS) asume las funciones para España. |
Finales 1992 Principios 1993 | Primeros servidores WWW en España: UNICAN, UJI, UNIOVI |
Marzo 1993 | Conexión de RedIRIS a MBone (Multicast IP backbone). |
Agosto 1993: | Más de 10.000 ordenadores conectados(registrados bajo ".es"). |
Septiembre 1993: | Primera conexión internacional 2 Mbps: RedIRIS-EuropaNET. |
Mayo 1994: | Más de 20.000 máquinas conectadas (registrados bajo ".es"). Más de 100 organizaciones con plena conectividad. |
Noviembre 1994: | Segundo proveedor comercial: SERVICOM. |
Julio 1995: | 10 proveedores de servicios Internet |
Diciembre 1995: | 30 proveedores de servicios Internet. Lanzamiento de InfoVIA. |
Enero 1996: | Primera conexión entre proveedores nacionales: RedIRIS-Ibernet. |
Octubre 1996: | Más de 100.000 ordenadores conectados (registrados bajo ".es"). 200 proveedores de servicios Internet. |
Enero 1997: | Puesta en marcha de ESPANIX. |
Mayo 1997: | Conexión de RedIRIS a TEN-34 (22 Mbps). Conexión de RedIRIS al 6bone (IPv6 backbone). |
Septiembre 1997: | Más de 500 proveedores de servicios Internet. Alrededor de un millón de personas con acceso a Internet. |
Enero 1998: | Más de 200.000 ordenadores conectados (registrados bajo ".es"). |
Octubre 1998 | Más de 270.000 ordenadores conectados (registrados bajo ".es"). Alrededor de 2 millones de personas con acceso a Internet. 35% de empresas españolas con página web. |
Diciembre 1998 | Liberalización total de las Telecomunicaciones. Fin de InfoVIA. |
Entre los factores a destacar de la situación española está el hecho atípico (en comparación con la situación en EE.UU. o en otros países europeos) de que durante años sólo hubiera dos alternativas para el acceso pleno a Internet: RedIRIS, para las instituciones académicas y de I+D, y Goya Servicio Telemáticos (proveedor surgido en 1992 de la evolución EUnet España hacia el campo comercial), para todo tipo de empresas y particulares.
Desde finales de 1994, de la situación inicial de escasez de proveedores, se ha pasado al extremo contrario, habiéndose producido una autentica explosión del número de empresas dedicadas a la provisión de servicios comerciales de Internet hasta llegar a los más 500 en la actualidad. A este súbito incremento de la Internet comercial en España han contribuido decisivamente factores tales como la entrada en el mercado a lo largo de 1995 de grandes compañías telefónicas (Telefónica, BT, Sprint) y de informática (IBM, ICL-Fujitsu), el lanzamiento a finales de 1995 del servicio InfoVIA de Telefónica (que facilita el acceso telefónico o por RDSI a los proveedores de Internet a precio de llamada local, con el consiguiente aumento de los usuarios residenciales) y la puesta en marcha a principios de 1997 del punto neutro de interconexión de proveedores de tránsito internacional en España (ESPANIX), que ha venido a mejorar considerablemente la situación preexistente.
En la actualidad España ocupa una posición destacada en el concierto internacional en cuanto número total de ordenadores conectados a Internet (el noveno país europeo y decimotercero del mundo con más de 270.000), número de organizaciones conectadas o con presencia en la red, número de proveedores de servicios Internet (más de 500) y número de usuarios finales (próximo a los 2 millones de personas, según estimaciones basadas tanto en el número de ordenadores registrados como en diversas encuestas efectuadas entre la población).
Tradicionalmente, la expansión de los servicios telemáticos en general y de la Internet en particular se ha visto ralentizada en España a causa de los elevados precios de las comunicaciones de larga distancia. Al igual que en el resto de Europa, la desaparición de la anterior situación de monopolio, tras el proceso de liberalización del mercado de las telecomunicaciones recientemente emprendido y que culminará el próximo mes de diciembre, abre nuevas e inmensas expectativas para el auge de todo tipo de servicios de red en un futuro próximo.
El papel futuro de la comunidad académica y de investigación
Durante la última década (el tiempo de existencia del Programa IRIS/RedIRIS) hemos asistido a una transformación radical del panorama telemático de la universidades y centros de investigación españoles. Así, de la antigua concepción centralizada de la informática, con muy limitadas posibilidades de comunicación tanto a nivel interno (reducidas a la conexión de rudimentarios terminales a muy bajas velocidades y al alcance de muy pocos usuarios), como externo (constreñidas al paupérrimo y costosísimo servicio público X.25), y dominada en los incipientes entornos de redes locales por soluciones propietarias (SNA, DECnet, IPX), hemos pasado a la situación actual, caracterizada por el predominio absoluto de la informática distribuida, con la proliferación de todo tipo de servidores y equipos de usuario multimedia interconectados por medio de LANs y WANs de capacidad media o alta (muchos centros están en estos momentos migrando sus redes de campus a las nuevas tecnologías ATM y de conmutación Ethernet/Fast/Gigabit Ethernet) y la generalización de multitud de aplicaciones al alcance de la inmensa mayoría de potenciales usuarios.
En esta evolución los protocolo TCP/IP han actuado como catalizadores y aglutinantes de la inevitable diversidad, consiguiendo, por fin, la plasmación real de la (durante tanto tiempo soñada) interconexión abierta de sistemas. Además, gracias a la temprana integración total en Internet, las posibilidades de acceso a la información y de cooperación internacional se han multiplicado enormemente en el transcurso de estos años, permitiendo a los científicos e investigadores enfocar su trabajo desde una nueva perspectiva universal.
Al igual que ocurre en el resto del mundo, RedIRIS y la comunidad académica e investigadora a la que sirve se encuentran en estos momentos en una encrucijada de futuro. Por una parte se ha avanzado un largo trecho en la introducción de nuevas tecnologías y paradigmas de comunicación que, a la postre, han revertido al resto de la sociedad a la que han formado y mostrado el camino a seguir; por otra parte, el éxito de esta labor pionera y "evangelizadora" se ha llegado a volver en su contra, debido a las presiones de aquellos que piensan (en su mayoría "recién llegados" a este nuevo mundo) que la Internet ya es una "commodity" y que, por tanto, debe dejarse totalmente en manos de intereses comerciales. Nada más lejos de la realidad, como ha demostrado el fiasco que la privatización de la NSFNET supuso para las universidades y centros de investigación norteamericanos, que ahora se apresuran a recuperar el terreno perdido durante los últimos años en que se han visto abocados al marasmo de la Commodity Internet. Ésta, tiene otras prioridades e intereses muy distintos de los de la comunidad académica e investigadora, siempre necesitada de mayores anchos de banda y de servicios de prestaciones y calidad muy superiores a los que normalmente ofrecen los proveedores comerciales. Hay que tener en cuenta que la universidades y centros de investigación representan sólo una (cada vez más) pequeña fracción del mercado de Internet, siendo los principales consumidores (y por tanto los que dictan las prioridades de su desarrollo) los usuarios residenciales, las PYMEs y las grandes compañías e industrias, que todavía no demandan la clase de aplicaciones que necesitan los investigadores.
Para el colectivo académico e investigador de España y de todo el mundo los servicios telemáticos no son todavía una "commodity". Es necesario disponer de redes específicas y de importantes recursos financieros a través de fondos públicos para poder hacer frente a los elevadísimos precios que los operadores de telecomunicaciones cobran todavía por las conexiones de alta velocidad necesarias (no relacionados con los costes reales y fuera de las posibilidades económicas de la comunidad investigadora). Entre los retos para los próximos años de las redes académicas y de investigación, especialmente en Europa, están el obtener precios más razonables para los anchos de banda elevados y de larga distancia requeridos. Después de muchos años de batalla, sólo tras la liberalización del mercado en ciernes parece que al fin será posible conseguirlo. Otro de los retos a afrontar es el convencer a los operadores de telecomunicación de que las redes académicas y de investigación no suponen una competencia desleal ni tampoco un cliente normal al que vaciar los bolsillos, sino un socio para la colaboración estratégica en el desarrollo e introducción de nuevas tecnologías y servicios. Sólo de esta forma será posible avanzar en el establecimiento de la nueva Internet de altas prestaciones, imprescindible de forma inmediata para los investigadores y de la que, en el futuro, se beneficiarán el resto de usuarios de otros sectores.
Notas
SATEC, S.A.
Director de Proyectos
miguel [dot] sanz [at] satec.es
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