Introducción
Conmemoramos en 1998 los 10 primeros años de existencia de la RedIRIS. Es un buen momento, no sólo de hacer balance de lo conseguido sino también de identificar los retos a los que RedIRIS debe prestar atención en los próximos años. Y éste es un proceso complejo en un sector con una evolución tecnológica, socioeconómica y normativa tan rápida como la que hemos vivido recientemente y con el horizonte inmediato del despliegue acelerado de la Sociedad de la Información que, a buen seguro, debe tener lugar en nuestro país.Que ahora nos planteemos cual va a ser el futuro de RedIRIS, no sólo indica que este futuro existe sino que hay varios posibles. Es precisamente el debate en torno a la evolución de la RedIRIS el que nos permitirá entender mejor el papel que debe jugar en los próximos años como la plataforma de comunicaciones avanzada más adecuada para la comunidad de usuarios del sistema español de ciencia y tecnología a la que va destinada.
He sido personalmente observador privilegiado de su evolución desde sus comienzos. El inicio de RedIRIS en un entorno muy próximo para mí, en la E.T.S. de Ingenieros de Telecomunicación de la UPM, su crecimiento en Fundesco y su consolidación en el Centro de Comunicaciones de RedIRIS del CSIC han sido todas ellas etapas que han ido paulatinamente conformando las condiciones actuales. Muchas personas e instituciones han dedicado sus esfuerzos a lo que actualmente constituye RedIRIS y a todos ellos quisiera, en nombre de la administración española y de todos los usuarios de la misma, reconocer públicamente su dedicación y valía.
Me centraré brevemente en este artículo en los últimos años, recordando algunos acontecimientos importantes que permitan entender la situación actual, para pasar rápidamente a abordar algunas ideas para enmarcar el futuro previsible.
La evolución reciente de RedIRIS
En 1997 se produjeron dos hechos significativos: por un lado, como resultado del convenio firmado por la CICYT (Comisión Interministerial de Ciencia y Tecnología) con Telefónica de España, finaliza el despliegue de la red troncal ATM española incorporándose finalmente todas las comunidades autónomas pendientes y, por otro lado, se dota a la red española de una conexión europea a través de TEN-34 con un ancho de banda suficiente para cubrir las necesidades actuales. Asimismo, se observa una fuerte explosión de tráfico y usuarios en la red en estrecha correspondencia a lo que ha sucedido en nuestro país en el contexto general de acceso a servicios Internet. Con esta estructura troncal de comunicaciones, la red académica y de investigación española se puede codear perfectamente con la de los países de nuestro entorno europeo, jugando además un activo papel en grupos como el ENPG (European Network Policy Group).Desde el punto de vista técnico, y una vez completada la comunicación troncal ATM española, debíamos hacer frente en 1998 a dos retos que aún quedaban pendientes: la necesidad de incrementar el ancho de banda con EE.UU. para poder salir del estado de saturación en la que nos encontrábamos y la búsqueda de una continuidad para las conexiones con Europa a través de la sucesión del proyecto TEN-34 en el IV y futuro V Programa Marco de I+D de la UE.
Con respecto al primero de los puntos, es importante destacar que no sólo se ha duplicado el ancho de banda disponible con EE.UU. sino que existe un objetivo de la CICYT de ir incrementando paulatinamente éste a un ritmo que dependerá de la evolución de las tarifas internacionales. El incremento del ancho de banda recientemente disponible para facilitar la conectividad de RedIRIS con el punto neutro facilita también la mejora de la eficiencia de los anchos de banda disponibles actualmente en nuestro país. Las previsiones actuales sobre los incrementos presupuestarios de I+D para 1999 permiten prever un crecimiento aún mayor del ancho de banda para 1999.
Por otro lado, en relación con las conexiones europeas, la extensión de TEN-34 y la definición de un proyecto sucesor (Quantum) deben enmarcarse en el proceso de aprobación del V Programa Marco de I+D de la Unión Europea. En este nuevo Programa Marco se ha definido un programa específico sobre la "Sociedad de la Información" en el que se contempla un conjunto de acciones sobre infraestructuras avanzadas de comunicaciones desde dos puntos de vista complementarios : la interconexión en banda ancha de las redes nacionales de Investigación y Educación, en la misma línea de actuaciones anteriores pero con anchos de banda mucho mayores que los actuales 22 Mbps, que España posee, y la creación de bancos de prueba experimentales tecnológicamente avanzados de ámbito europeo en los que España debe estar presente. Ambos aspectos influirán en el futuro próximo de la RedIRIS.
Todas estas actuaciones han sido posibles gracias a una inversión muy destacable procedente del Fondo Nacional de I+D gestionado por la CICYT, de Telefónica en el establecimiento de la red troncal y de la Unión Europea financiando parcialmente las conexiones de TEN-34.
El papel de RedIRIS en el futuro
A pesar de los logros técnicos y las perspectivas de actuación sobre infraestructuras comentadas anteriormente, el comienzo de un proceso de reflexión sobre la evolución de RedIRIS en los próximos años, iniciado desde hace meses dentro de la CICYT, responde a un replanteamiento de sus objetivos en un contexto de necesidades de un alcance mucho más amplio que el abordado en la actualidad.Desde la creación de la RedIRIS hace diez años, no sólo ha evolucionado la tecnología de comunicaciones subyacente sino que, a mi juicio, y con un impacto mucho más importante, también se ha modificado profundamente el uso de la red por sus usuarios. Nos referimos al uso de la red porque la aparición de nuevas aplicaciones, fundamentalmente las ligadas a WWW, responsables de la mayor parte del tráfico que actualmente cursa RedIRIS, son muy distintas de las de correo electrónico o transferencia de ficheros y conexión remota con las que la RedIRIS inició su andadura. Indudablemente, la red no fue dimensionada para ello y gran parte de las necesidades de conectividad internacional son fruto de este factor.
Existe también otro factor que deseamos destacar: RedIRIS no está aislada de la evolución del sector de las tecnologías de la Información y las Comunicaciones en España; ni es inmune a ésta.
El proceso de liberalización de las telecomunicaciones que España, como el resto de los países europeos, ha iniciado hace años y que en nuestro caso se culminará en el actual, afecta de forma significativa a las infraestructuras, los servicios que los operadores y proveedores de servicios de Internet ofrecen actualmente, y a la forma en la que las demandas de los usuarios son atendidas por los proveedores. Todas ellas han evolucionado fuertemente. La posibilidad, por ejemplo, de que los operadores de telecomunicaciones puedan ofertar en el futuro plataformas de conectividad IP es algo que, lógicamente, no fue contemplado en el diseño inicial de la red y que, sin embargo, debería tenerse en cuenta en el futuro.
Más importante que analizar el posible impacto en RedIRIS de la evolución tecnológica es reconsiderar el papel que debe jugar ésta cuando los servicios convencionales de Internet sean considerados como un servicio más, del mismo tipo que el teléfono hace cincuenta años o el alumbrado eléctrico a comienzos de siglo, sobre los que ya no es necesario realizar ninguna acción de promoción ni subvención concreta; y ese momento está cada vez más cerca. No debemos olvidar que RedIRIS fue creada no sólo para conseguir el acceso de un determinado grupo de usuarios a unos servicios concretos de comunicaciones con vistas a mejorar su eficiencia, sino para provocar la existencia de una comunidad de usuarios que sirviera como catalizadora del despliegue de servicios avanzados, en ese momento aún incipientes.
Recuperar esa capacidad catalizadora de nuevos servicios y aplicaciones de RedIRIS es un elemento primordial para una red que deberá desligarse progresivamente de los servicios convencionales y que el modelo de financiación de éstos deberá implicar de forma creciente a sus usuarios.
Dentro del proceso de planificación de las actividades de I+D financiadas a través de los Presupuestos Generales del Estado, la Oficina de Ciencia y Tecnología, adscrita a la Presidencia del Gobierno como unidad de apoyo a la CICYT, debe coordinar con el resto de los departamentos ministeriales con competencias en I+D la definición del nuevo Plan Nacional de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico (Plan Nacional de I+D) que sustituya a los actuales III Plan Nacional de I+D, ATYCA (Ministerio de Industria y Energía), FIS (Ministerio de Sanidad y Consumo), etc. y que, tras su aprobación en 1999 entre en vigor en el año 2000. Este proceso de planificación abordará de una forma integrada las actividades que van desde la investigación de carácter básico, la de carácter aplicado, el desarrollo tecnológico industrial, hasta las acciones de difusión y asimilación de tecnologías, en definitiva, todas las fases del proceso innovador.
En este contexto de planificación de la I+D se encuentra la próxima redefinición de un programa sobre las Tecnologías para la Sociedad de la Información que, a partir de las actividades actualmente consideradas, contemple, además de la financiación de proyectos y actuaciones de I+D e innovación de diferentes tipos, un conjunto de acciones complementarias. Entre otras: las relativas a las infraestructuras necesarias para soportar esas actividades, las acciones de cooperación internacional, de formación de recursos humanos, de transferencia de tecnología, etc. El futuro de RedIRIS debe contemplarse, por tanto, en este ámbito de actuación mucho más amplio que el que actualmente tiene.
Aunque este proceso acaba de comenzar tras los acuerdos adoptados en el Pleno de la CICYT del pasado 1 de Julio, y es aún muy pronto para conocer detalles concretos, sí parece importante avanzar algunas de las ideas que, en el caso concreto de las infraestructuras de comunicaciones avanzadas, se están considerando actualmente y que deben alimentar el proceso de planificación iniciado.
Deseamos centrar la atención en dos aspectos importantes: la paulatina migración del esfuerzo actual realizado en la gestión de RedIRIS hacia el soporte de plataformas avanzadas, y el fortalecimiento de la experimentación con servicios y aplicaciones innovadoras para la comunidad científica y tecnológica a la que debe servir, mejorando simultáneamente los procedimientos de control del tráfico y uso de la red. Describiremos brevemente a continuación estos aspectos.
Las previsibles actividades de I+D e innovación asociadas a un futuro programa sobre tecnologías de la Sociedad de la Información pueden potenciarse con la existencia de infraestructuras especiales para demostradores o proyectos piloto que impliquen un número considerable de usuarios y que aceleren la difusión de nuevas aplicaciones o servicios. El paulatino despliegue de infraestructuras avanzadas con participación de operadores o suministradores mediante la creación de "islas" especializadas en determinados tipos de infraestructuras debe hacerse sin perjudicar a los usuarios actuales. Ello se puede realizar mediante el despliegue de una red independiente o utilizando anchos de banda predeterminados de la actual red troncal.
Este objetivo sobre infraestructuras avanzadas podrá facilitarse aún más si se lograse una reducción del esfuerzo en la gestión de la conectividad IP. La evolución de los servicios que diversos operadores de red pueden ofertar en el futuro permitiría que ello fuese factible. Asimismo, la próxima eliminación de las responsabilidades de RedIRIS en la concesión de dominios Internet para instituciones de carácter comercial limitándose a aquellas de carácter académico o gubernamental, es otra de las medidas previstas para optimizar y adaptar los recursos disponibles a las necesidades del futuro. Asimismo será necesario un mayor control del uso que hacen los usuarios de la red mediante procedimientos de análisis de tráfico que ya han comenzado en el presente año.
Otro factor importante a tener en cuenta es la relación de RedIRIS con las redes que diferentes CC.AA. tienen actualmente o pueden desplegar en los próximos años. El despliegue de la red troncal de RedIRIS con velocidades aún mayores que las actuales no es suficiente para poder llevar a los usuarios aplicaciones distribuidas que requieran un gran ancho de banda si la capilaridad de las CC.AA. no es suficiente para ello. Un adecuado mecanismo de coordinación es necesario para planificar adecuadamente este despliegue. Un grupo de trabajo del Consejo General de la Ciencia y de la Tecnología, órgano establecido en la Ley de la Ciencia para la coordinación con las Comunidades Autónomas, puede ser el foro adecuado para ello y para determinar mecanismos de financiación complementarios.
Conclusiones
Quisiera terminar finalmente con un mensaje a todos los usuarios de RedIRIS. Somos conscientes de que para muchos de ellos RedIRIS ha supuesto una nueva forma de relacionarse con sus colegas y de realizar su actividad científica y tecnológica que es totalmente irreversible. El objetivo mencionado de asegurar el fortalecimiento de RedIRIS expuesto en este artículo debe permitir que nuevas aplicaciones y servicios sean puestas progresivamente a disposición de los usuarios de forma natural. Transcurrido cierto tiempo, estoy seguro de que serán los nuevos servicios que ahora contemplamos los que serán considerados convencionales y una renovada RedIRIS deberá centrar su atención en otros aún más avanzados.Aunque el proceso de planificación en marcha de la I+D culminará con la aprobación y puesta en marcha del nuevo Plan Nacional de I+D e Innovación en el año 2000, algunas de las actuaciones mencionadas podrán entrar en juego durante 1999. En todo ese periodo, estoy seguro que el compromiso de la CICYT con la tecnología de comunicaciones seguirá renovándose.
Gonzalo León
Subdirector General de Planificación y Seguimiento
Oficina de Ciencia y Tecnología de Presidencia del Gobierno
gleon [at] cicyt [dot] es
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